Programa para ayudar a los jóvenes a liderar su propio futuro.
Cuando tenía unos 12 años, en el colegio nos hicieron un test para ver qué profesión se nos ajustaba más en base a nuestras aptitudes: “Psicología” fue mi resultado.
Tenía (y ahora más) madera y dotes para esa labor, sin embargo, al acabar el colegio no estudié nada relacionado con psicología. Y eso que mis padres me lo preguntaron directamente, y contesté: “No”.
«Mi labor como profesional es que consigas
convertirte en un experto en tu propio hij@.»
¿Por qué dije no? Como la gran mayoría de los adolescentes, me sentía muy perdido.
Mis padres trataban de ayudarme, me preguntaba qué me gustaba, qué me interesaba… Pero si te soy sincero, ni yo mismo lo sabía.
Y si hay algo que he aprendido es que como padre das todo lo que tienes, pero no siempre tienes todo lo que necesitan tus hijos.
Porque si tu hijo tiene una caries, ¿le pones el empaste tú mismo en casa? Desde luego que no te pones a hurgar con un bisturí en la boca de tu hijo porque lo quieres mucho y quieres lo mejor para él y “quién mejor que su padre para ayudarle”.
Sin embargo, cuando se trata del futuro vital y profesional de nuestros hijos, nos resistimos a buscar ayuda de un profesional. Creemos estar preparados para ayudar.
Creemos que es suficiente con dar todo lo que tenemos. Pero no tenemos todo lo que necesitamos. Nos falta conexión y nos sobra corrección.
Vueltas que da la vida, al final acabé estudiando y desarrollando una exitosa carrera de 20 años en el mundo del marketing. Y aunque eso podría ser la imagen del éxito para mucha gente, a medida que pasaban los años algo se removía en mi ser.
Ahora miro atrás y aunque “más vale tarde que nunca”, no puedo evitar pensar en lo que podría haber sido si hubiera descubierto mi pasión a una edad más temprana.
¿Qué habría sido de mí si hubiera descubierto que la psicología era mi objetivo vital antes de meterme a estudiar marketing o cualquier otra cosa? Pues como no podemos viajar en el tiempo nunca podré visitar a mi “yo” de quince años para ayudarle a encontrar su pasión lo antes posible.
Pero hay algo que sí puedo hacer: puedo usar mi conocimiento y experiencia para ayudar a los jóvenes del presente.
Porque ser padre es una cosa. Y ser el mentor de tu hijo es otra muy distinta.
¿Y CÓMO LO HAGO?
A través de procesos de coaching con los adolescentes y con formación/ entrenamiento a los padres para que sepan acercarse a sus hijos, conectar y acompañarlos en este camino que sus propios hijos han decidido.
Y eso es lo que yo ofrezco a los jóvenes, el Programa CRECE.
Un programa de 5 fases para que los jóvenes encuentren su pasión y capacitarlos para alcanzarla. Un máster para ser LÍDER DE TU PROPIA VIDA.
En el Programa CRECE trabajo en sesiones individuales con los jóvenes (videollamada o en persona) que se complementan con eventuales sesiones con los padres.
¿Sabes cuánta tranquilidad ganarás si tu hijo escoge su propio camino con la seguridad, serenidad, confianza y firmeza que da este proceso?
¿sabes cuántos años perdidos de estudios que no fructifican o inversiones mal encaradas te puedes ahorrar?
Si estás tan comprometido con el futuro de tu hijo como él mismo, os puedo ayudar. Contacta conmigo y te explicaré con mucho más detalle el proceso y sus beneficios.